lunes, 16 de abril de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
MUTACIONES EN EL COMPLEJO GENETICO DE LAS APOLIPOPROTEINAS AI-CIII-AIV QUE DETERMINAN LA APARICION DE HIPERCOLESTEROLEMIA Y SU INTERACCION CON LA DIET
CONTRIBUCION PATOGENICA DEL FIBRINOGENO EN LA ARTERIOSCLEROSIS HUMANA .
COMPLICACIONES MICROVASCULARES Y MACROVASCULARES POR DIABETES MELLITUS TIPO 2 SEGÚN EL INDICE SOCIOECONOMICO EN HOSPITALIZADOS DE TERCER NIVEL .
INFLUENCIA DEL CONSUMO DE VINO TINTO EN LA ACTIVACION DE FACTORES PROINFLAMATORIOS IMPLICADOS EN EL DESARROLLO DE LA ARTERIOSCLEROSIS .
EFECTO DE LA HOMOCISTEÍNA SOBRE LA EXPRESIÓN VASCULAR DEL TIMP-1 Y LA METALOPROTEINASA-2. IMPLICACIONES EN LA ATEROSCLEROSIS .
EFECTOS ANTIOXIDANTES DEL ACEITE DE OLIVA Y DE SUS COMPUESTOS FENÓLICOS .
CARDIOPATÍA ISQUÉMICA: FACTORES DE RIESGO LIPOPROTEICO EN UN GRUPO DEFINIDO DE MUJERES .
INFLUENCIA DEL MAGNESIO, ATORVASTATINA O SU ASOCIACIÓN SOBRE EL PERFIL LIPÍDICO PLASMÁTICO DE PACIENTES HIPERCOLESTEROLÉMICOS E HIPERTENSOS .
ALTERACIONES VASCULARES FUNCIONALES Y ESTRUCTURALES ASOCIADAS A LA ATEROSCLEROSIS EXPERIMENTAL: CONSECUENCIAS DEL TRATAMIENTO CON UNA ESTATINA O CON U
ESTUDIO DE LA RESISTENCIA INSULÍNICA EN SUJETOS NORMALES MEDIANTE EL MODELO MÍNIMO. INFLUENCIA DE LA OBESIDAD .
MECANISMOS DE LA VÍA DE LA CICLOOXIGENASA 2 EN LA ATEROSCLEROSIS EXPERIMENTAL Y HUMANA. MECANISMOS DE ACTIVACIÓN Y MODULACIÓN TERAPEÚTICA .
IMPLICACIÓN DE LOS PROTEOGLICANOS Y DEL RECEPTOR LIPOPROTEICO LRP EN LA ACUMULACIÓN LIPÍDICA EN LA PARED VASCULAR . Autor: OTERO VIÑAS MARTA. Año: 200
EVOLUCIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR A LOS 15 AÑOS DE SEGUIMIENTO DE UNA COHORTE DE JÓVENES SANOS .
A partir de la ingeniería de tejidos cultivan piel y producen hueso
La primera sirve a pacientes quemados o con cicatrices hipertróficas; el segundo, a personas con pérdida o nula recuperación de masa ósea por fracturas
Un equipo de académicos de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional cultiva piel humana y produce hueso a partir de lo que se conoce como ingeniería de tejidos.
Esta nueva rama de la medicina busca reparar o sustituir los tejidos u órganos dañados por diferentes causas, así como modular sus respectivas funciones.
Para alcanzar estos objetivos son necesarios tres elementos: 1) células que puedan ser diferenciadas a otro tipo celular, como de tejido adiposo o de médula ósea; 2) “andamios” elaborados con biomateriales, para colocar esas células en ellos; y 3) citocinas o factores de crecimiento, que permiten que aquéllas crezcan y funcionen de manera adecuada en un modelo in vitro que después será trasplantado a un modelo in vivo.
“Cuando, por ejemplo, uno toma células de cartílago y las coloca en un plato de cultivo, cambian de forma. Estas células son más o menos redondas, pero en un plato de cultivo se alargan y comienzan a producir colágena tipo 1, no tipo 2, que es la del cartílago. Ahora bien, si uno las toma y las coloca en un ‘andamio’, adquieren una forma redondeada y producen colágena tipo 2, no tipo 1”, explica Andrés Castell Rodríguez, jefe del Departamento de Biología Celular y Tisular de la FM.
Es decir, el hecho de que esas células sean colocadas en una estructura tridimensional como la del “andamio” les confiere una funcionalidad adecuada, característica del sitio de donde fueron tomadas, y, además, hace posible trasplantarlas a otro sitio para repararlo, con una función semejante o igual a la del tejido u órgano afectado.
La ingeniería de tejidos se vale de otras áreas del conocimiento tales como la histología (de la que desciende directamente), la inmunología, la bioquímica, las ciencias de los materiales y, por supuesto, la cirugía.
En forma de parches
Los académicos universitarios cultivan en laboratorio piel humana para colocarla, en forma de parches, en pacientes quemados o en personas con cicatrices hipertróficas o queloides, o con una gran retracción cutánea en alguna parte de su cuerpo.
“Con esta técnica tomamos una biopsia de la propia piel del paciente, lo cual evita un posible rechazo de ésta; luego la cultivamos en pequeñas cajas de cultivo y la expandimos. Podemos producir dos metros cuadrados en 20 días.”
Asimismo, producen constructos cutáneos (sólo de la dermis) para colocarlos en pacientes con úlceras de pie diabético o de origen vascular, las cuales tardan varios meses en cerrar y, por desgracia, son muy frecuentes en nuestro país.
“En conjunto con el Hospital General Dr. Manuel Gea González, estamos llevando a cabo un estudio de efectividad. Nosotros proporcionamos los constructos cutáneos para que los apliquen allí y sean comparados con otros productos comerciales, como los parches coloidales. Hasta ahora hemos visto que nuestros constructos cutáneos dan mejores resultados”.
Ésta no es una piel perfecta, ni mucho menos, pues no tiene pelo, ni glándulas, ni mielanocitos (células que producen melanina, un pigmento de la piel, ojos y pelo, cuya principal función es bloquear los rayos ultravioleta del Sol); sin embargo, los académicos ya trabajan para mejorarla en el laboratorio.
“Le estamos añadiendo pelo en los parches, pero lo que nos falta es hacer más expedito, más rápido, el proceso de producción de estos últimos”, comenta Andrés Castell.
Recuperación de masa ósea
Castell y sus colaboradores producen también hueso para pacientes que presentan pérdida o nula recuperación de masa ósea por fracturas u otras causas.
Desde hace algunos meses realizan un estudio en el Instituto Nacional de Rehabilitación que consiste en transformar células de médula ósea en osteoblastos o células de hueso, poner éstos en un gel de plasma y colocarlos, a través de un catéter, en la cabeza del fémur de niños y adolescentes con necrosis en esa zona.
“A estos pacientes les están inyectando esas células de médula ósea transformadas en osteoblastos para ver si es posible recuperar la masa ósea que han perdido. El estudio concluirá en abril o mayo, y esperamos tener los resultados dentro de un año, más o menos”.
A dos pacientes mujeres del ISSSTE con fracturas de fémur no consolidadas les están colocando en las zonas afectadas células de médula ósea implantadas en hueso proveniente de cadáveres.
“Una de las pacientes se fracturó los dos fémures en un accidente automovilístico; ya ha sido operada siete veces, pero quedó inestable porque se le formó una pseudoarticulación en un fémur. Esperamos que esas células ayuden a consolidar las fracturas en dos o tres meses”.
Y luego de colocar también en zonas afectadas células de médula ósea transformadas en osteoblastos con una proteína semejante a colágena, los académicos universitarios han observado que aquéllas adquieren una mayor capacidad de producir proteínas de hueso.
Otro de los proyectos de Castell y sus colaboradores es crear a mediano plazo una Unidad de Ingeniería de Tejidos en la FM, donde se produzcan distintos tejidos y órganos destinados a hospitales.
(Fuente: El Universal - Cultura, 2012).
aortic deaths
Abstract
Objective
To describe characteristics of nonhospitalized patients experiencing sudden death from aortic causes and compare with characteristics of patients experiencing nontraumatic, unexpected, outpatient death from other causes.
Methods
Retrospective case-control analysis of patients aged 18 to 65 years with nontraumatic, unexpected, outpatient cardiac arrest, emergency department (ED) resuscitation attempts, and autopsy-determined cause of death. Demographics, prodromal symptoms, and arrest characteristics were examined, and univariate comparisons between patients with aortic and those with nonaortic causes of death were performed.
Results
A total of 384 patients met inclusion criteria. Aortic pathology represented 4.4% of patients (12 dissections, 5 aneurysms). Preexisting aortic disease (n = 2) and antemortem suspicion of an aortic cause (n = 3) were uncommon. Patients with an aortic cause of death often had prodromal symptoms (53% 95% CI; 28%-77%) and hemopericardium (47% 95% CI; 23%-72%), were older, and were more likely to have a pulse in the ED, an arrest rhythm of pulseless electrical activity, and an arrest witnessed arrest by a medical provider.
Conclusion
In this sample of outpatients with cardiac arrest from aortic disease, death was not instantaneous, and hemopericardium was common in many patients with dissection.
Cardiovascular Pharmacotherapy in Patients with Marfan Syndrome
Introducción
El síndrome de Marfan (SM) es una alteración hereditaria del tejido conectivo que involucra principalmente los sistemas cardiovascular, ocular y esquelético. Este síndrome es relativamente frecuente, con una prevalencia estimada de 1 cada 3 000 a 5 000 personas, y se debe a una mutación en el gen FBN1, localizado en el cromosoma 15, que codifica una glicoproteína denominada fibrilina-1. No se halla descrita una asociación entre el sitio de la mutación y el fenotipo clínico, con la excepción del SM neonatal, una forma grave de la enfermedad.
Debido, al menos en parte, a las múltiples mutaciones genéticas específicas de cada familia, el diagnóstico de la enfermedad es fundamentalmente clínico y, de acuerdo con los criterios de Ghent, se requiere la participación de 3 sistemas diferentes. Las alteraciones esqueléticas son las más conocidas y constituyen la causa más frecuente de derivación.
El SM es una causa importante de muerte súbita. Las manifestaciones cardiovasculares de este síndrome son múltiples e incluyen dilatación aórtica y sus complicaciones, disección, ruptura e insuficiencia aórtica. Otras manifestaciones cardiovasculares incluyen prolapso de la válvula mitral (PVM) e insuficiencia mitral (IM), arritmias ventriculares y supraventriculares, y deterioro en las funciones sistólica y diastólica. El PVM se presenta en el 88% de los pacientes y la IM asociada en el 48%. La incidencia de dilatación aórtica es superior al 80%. Previamente a la recomendación de cirugía profiláctica temprana, la incidencia de complicación aórtica (disección o ruptura) era superior al 48%, con un 13% adicional de muerte súbita. La incidencia de insuficiencia cardíaca congestiva secundaria a regurgitación o a disfunción miocárdica primaria se da en el 13% de los pacientes. Los factores de riesgo clínico para disección aórtica incluyen el sexo femenino, la dilatación generalizada de toda la aorta ascendente, antecedentes familiares de complicaciones aórticas, tamaño de la raíz aórtica y embarazo.
Tratamiento de las complicaciones aórticas
El tratamiento más efectivo para prevenir la muerte súbita es el reemplazo quirúrgico de la raíz aórtica previo a que se produzca su disección. La farmacoterapia tiene el objetivo de disminuir la progresión de la dilatación y, de este modo, demorar la necesidad de la intervención quirúrgica.
En tanto que los medicamentos usados inicialmente tendían a reducir la fuerza contráctil sobre la pared aórtica debilitada, las estrategias más recientes se dirigen a restaurar la estructura celular normal antes de que aparezcan las manifestaciones clínicas de la enfermedad.
Alteraciones histológicas
Existen trastornos en la capa media y del endotelio en pacientes con SM. Con respecto a la capa media, actualmente se acepta que el término "necrosis quística de la media" no es correcto debido a que no se observan quistes en ésta y la necrosis es un hallazgo raro. En el SM, las conexiones de fibrilina son normales en el nacimiento, pero se pierden gradualmente con el transcurso del tiempo. En asociación con la pérdida de estas conexiones se constatan hallazgos histológicos de apoptosis en las células musculares lisas vasculares (CMLV). Se considera que estas células desempeñan un papel fundamental en la formación del aneurisma.
Se ha observado que la aorta de pacientes con SM tiene un incremento en la expresión de los receptores AT2 de la angiotensina. Su estimulación conduce a la muerte de las CMLV. Se ha comunicado que la angiotensina II produce un aumento en la expresión del factor transformador del crecimiento beta (TGF-beta), que media la respuesta local a la angiotensina II por medio de los efectores conocidos como proteínas Smad. Recientemente se ha informado que el TGF-beta cumple un papel importante en el daño vascular y no vascular en estos pacientes.
Las metaloproteinasas de la matriz (MMP) son un grupo de enzimas proteolíticas que han sido involucradas en la producción de "necrosis quística de la media", con formación de aneurismas, tanto en pacientes con SM o sin él. Se ha hallado una expresión aumentada de MMP en áreas de CMLV en especímenes quirúrgicos provenientes de pacientes con SM. Tanto el TGF-beta como las MMP actúan bajo la influencia de la angiotensina II. La infusión de angiotensina condujo a la formación de aneurisma junto a un incremento de la expresión de las MMP.
Se ha comunicado que el endotelio es funcionalmente anormal en estos pacientes. Si bien no se definió si este trastorno es primario o secundario a la alteración en la capa media. La angiotensina II desempeña un papel importante en la modulación de la función endotelial, tanto desde el punto de vista estructural con inducción de la apoptosis celular, como desde el punto de vista funcional mediante la limitación de la disponibilidad del oxido nítrico (ON).
Alteraciones hemodinámicas
Estos trastornos incluyen el aumento de la rigidez de la pared aórtica y la reducción de su distensibilidad. Estos hallazgos ya se presentan en la niñez y predicen dilatación aórtica significativa. El efecto del envejecimiento sobre el tono vascular parece ser más marcado en estos pacientes, con mayor discrepancia entre pacientes ancianos con SM y sin esta patología. Se comunicó que la magnitud del tono aórtico es un predictor poderoso de disección aórtica, tanto en la población joven como anciana. Se ha recomendado que se investigue la distensibilidad aórtica en forma anual para ayudar a la estratificación de riesgo. El incremento en la rigidez vascular aumenta la onda refleja del pulso desde la periferia, lo que produce mayor estrés sobre la porción proximal de la aorta ascendente. El objetivo del tratamiento es reducir esta rigidez, con lo que disminuiría el riesgo de complicaciones.
Farmacoterapia actual
Betabloqueantes
Si bien se estima que estos fármacos brindan protección contra las complicaciones aórticas como consecuencia de la reducción de la dp/dt, no existe información que apoye este mecanismo propuesto. Resulta interesante destacar que el primer estudio de betabloqueantes en seres humanos concluyó que el propanolol no necesariamente protege contra la disección ni detiene la progresión de la dilatación cuando ya está presente la necrosis quística de la media. Se arribó a esta conclusión debido a que el 20% de los pacientes murieron como consecuencia de la disección a pesar del tratamiento médico. En 1996, Shores y colaboradores publicaron los resultados de un estudio en el cual no encontraron diferencias significativas en los criterios de valoración entre los controles y quienes recibieron propanolol. Sin embargo, el fármaco redujo la frecuencia de dilatación aórtica en un seguimiento a 10 años. Como resultado de este estudio, los betabloqueantes se han convertido en el tratamiento principal en niños y adultos con SM en muchos centros de atención. A la fecha, no existen estudios controlados, prospectivos y a doble ciego de betabloqueantes en pacientes con SM.
En total, 7 estudios investigaron los efectos de estos fármacos sobre las propiedades elásticas de la aorta en pacientes con SM. Los resultados fueron contradictorios: 1 demostró un efecto beneficioso en la distensibilidad, 3 comunicaron un efecto adverso y los otros 3 informaron efectos mixtos, con un subgrupo de pacientes con mejoría hemodinámica y otro subgrupo con efectos hemodinámicos adversos. La falta de adhesión al tratamiento como consecuencia de los efectos adversos puede afectar la medición de la evolución clínica. En vista del concepto actual respecto de las alteraciones histológicas de la aorta, no sería sorprendente que los betabloqueantes no otorguen protección adecuada contra la dilatación y la disección.
La indicación más definida de estas drogas se da en las mujeres durante el embarazo. De los pocos agentes antihipertensivos, tanto el propanolol como el metoprolol se consideran relativamente seguros y sin efectos teratogénicos. El mayor riesgo de disección aórtica en mujeres embarazadas se da durante el tercer trimestre y en los períodos preparto y posparto.
Los betabloqueantes aún desempeñan un papel fundamental en la estabilización médica de los pacientes con disección aórtica aguda. En adultos con disección, la presión sistólica se debe mantener por debajo de 120 mm Hg, y se debe alcanzar durante los primeros 20 minutos, mediante el uso de un betabloqueante (en general, esmolol) y un vasodilatador. Se estima que esta combinación disminuye la tensión de corte, además de controlar la presión.
Bloqueantes cálcicos
Muchos consideran a este grupo farmacológico como tratamiento de segunda línea, luego de los betabloqueantes, para la prevención de las complicaciones aórticas, si bien no se cuenta con datos clínicos que apoyen su utilización en el SM. A pesar de la falta de información que sustente su empleo, algunos bloqueantes cálcicos, como las dihidropiridinas, pueden desempeñar un papel en el tratamiento médico de estos pacientes. Por ejemplo, la amlodipina es un potente vasodilatador capaz de restablecer los niveles de ON tras la depleción producida por la angiotensina II.
Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina
Sus mecanismos de acción son múltiples e incluyen inhibición de la conversión de angiotensina I en angiotensina II, inhibición de la hidrólisis de la kinina, disminución de la expresión del TGF-beta y reducción de la fosforilación de la Smad2. Teóricamente, todos esos efectos deberían beneficiar a los pacientes con SM. Se sabe que esta clase de drogas tienen acción tanto a nivel de la capa media como a nivel endotelial, debido a que la angiotensina II es un determinante principal de la estructura vascular.
La administración de un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), pero no de un bloqueante del receptor, produjo efectos favorables a nivel de las CMLV en cultivos de capa media de aorta de pacientes con SM que ya tenían patología aórtica.
Se ha comunicado que en el tejido aórtico existe un predominio de los receptores AT2, lo que crea el interrogante acerca de si un IECA sería más beneficioso que un bloqueante del receptor AT1. Los IECA disminuyen el TGF-beta, lo que desempeña un papel fundamental en la patología vascular y no vascular del SM. A pesar de este razonamiento teórico, los datos clínicos sobre el efecto de estos inhibidores en el crecimiento aórtico de estos pacientes son limitados. Un estudio prospectivo que incluyó 58 participantes comparó los betabloqueantes con los IECA; los pacientes que recibieron IECA tuvieron un índice más bajo de rigidez aórtica que los tratados con betabloqueantes, con menor incidencia de dilatación de la raíz aórtica. Este es el primer estudio de farmacoterapia en pacientes con SM que comunica una tasa de crecimiento aórtica negativa.
Bloqueantes del receptor tipo 1 de la angiotensina II
No se cuenta con estudios clínicos sobre estos fármacos en esta patología; en cambio, existe información nueva de que estas drogas son capaces de prevenir la dilatación aórtica progresiva en un modelo murino de SM.
Recomendaciones de tratamiento
Hasta el presente no se ha dilucidado si los pacientes con SM deben comenzar con tratamiento médico al momento del diagnóstico, aunque no exista patología cardiovascular evidente. Existe información que sugiere que la iniciación de la farmacoterapia produce mayores beneficios clínicos.
Luego del reemplazo de la raíz aórtica, el tratamiento médico debe continuar, dado el riesgo de dilatación y disección de la aorta nativa restante. Se ha comunicado que los betabloqueantes tienen efecto adverso sobre la hemodinamia aórtica luego del reemplazo, lo que sugiere que se debe considerar alguno de los tratamientos alternativos mencionados anteriormente.
Farmacoterapia para complicaciones cardíacas no vasculares
El tratamiento de la insuficiencia mitral secundaria a PVM puede ser beneficioso, fundamentalmente en aquellos pacientes con dilatación o disfunción ventricular. Se ha publicado que los IECA disminuyen la insuficiencia en este grupo de pacientes. No hay información sobre los antagonistas de los receptores de la angiotensina.
Los IECA disminuirían la gravedad de la insuficiencia aórtica y la dilatación ventricular asociada. No se ha estudiado el papel de los antagonistas del receptor. No existe información sobre el tratamiento médico de la insuficiencia aórtica en pacientes con SM. Respecto de las arritmias ventriculares, tanto los IECA como los betabloqueantes han mostrado disminuir la dispersión del QT y de las arritmias ventriculares en pacientes con disfunción ventricular. Otras estrategias a considerar son la amiodarona, el cardiodesfibrilador implantable o las intervenciones quirúrgicas sobre la válvula mitral.
Conclusiones
En resumen, se han producido avances en la farmacoterapia utilizada para evitar o prevenir la morbilidad o mortalidad en pacientes con SM. Los betabloqueantes ya no son la única opción disponible para el tratamiento de estos pacientes. El bloqueo de la angiotensina, ya sea mediante la inhibición de la angiotensina II o a través del bloqueo del receptor, sería una estrategia promisoria.
Poli(AND ribosa) en la piel y en los Melanomas
Poli(AND ribosa) en la piel y en los Melanomas
Melanoma cutáneo(CM) y melanoma uveal(UM) representan los tipos de tumores mas agresivos de células pigmentadas. Dentro de la investigación se examinaron las señales de las moléculas poli(ADN ribosa) (PAR) en CM y U. Se ha demostrado que PAR en queratinocitos, sebocitos, folículos pilosos, células endoteliales y adipocitos subcutáneos en la piel normal indican que PAR puede regular las funciones fisiológicas en este tipo de células. Lejos de eso, CM células donde se observaba PAR positivas e invasión de tumor con un nivel de CM relacionado con el contenido de PAR dentro del núcleo de la célula, con el más alto índice de Clark y Breslow y el puntaje AJCC asociado con el mas alto contenido de PAR. Esta correlación se ve claramente marcada en pacientes femeninos. En los tumores (n=12) una pequeña elevación y fuerza perivascular del PAR fue observada con consideradas variaciones. En relación a los nuevos y exitosos éxitos dentro de los esfuerzos de la clínica con PAR inhibidores y con agentes quimioterapéuticos, los resultados sugieren que los melanomas pueden tomar diferentes sensibilidades a pesar de las modalidades terapéuticas que deben ser consideradas para ciertos pacientes.
REFERENCIAS:
Géhl Z, Bai P, Bodnnár E, Emri G, Remenvik E, Németh J, Gerfely P, Virág L, Szabó E
Poly(ADP-ribose) in the skin and in melanomas. [Journal Article]. Histol Histopathol 2012 May; 27(5):651-9.
Papel de la Angiogénesis en la Formación del Hueso
Papel de la Angiogénesis en la Formación del Hueso
La angiogénesis y la formación del hueso trabajan juntos durante la formación del esqueleto y la sanación de fracturas. Esta relación, se sabía desde hace algún tiempo, no obstante no ha sido del todo explorada. Avances en el descubrimiento de cómo la angiogénesis es regulada en procesos físicos como la embriogénesis, regeneración del tejido endometrial y el cierre de las heridas o en patologías como es el cáncer han mejorada el conocimiento que se tenía de la relación entre un proceso angiogénico con las células del hueso para mejorar la formación del hueso y la regeneración del mismo.
La carencia de oxígeno (hipoxia) y la consecuente generación de factores angiogénicos han demostrado ser importantes en el desarrollo de un esqueleto regular y llevan a la exitosa generación del hueso durante fracturas. Teniendo el factor vascular es importante para el hueso la homeostasis, definiéndose los roles de los osteoblastos, osteoclastos, células endoteliales y factores angiogénicos y sus interacciones con el hueso que son clave para el desarrollo de nuevas estrategias que ayuden a manejar las patologías del hueso y fracturas que no se lograron fusionar.
REFERENCIA:
Portal-Núñez S, L ozano D, Escrit P. Role of angiogenesis on bone formation(Journal Article). Histol Histolpathol 2010 May 27(5) 559-66